Amor y unión familiar, dos aspectos que brillaron durante la celebración de las Bodas de Porcelana de Melbin Herrera y Ramineth Ramírez. Dos almas que se encontraron hace más de 30 años y que sellaron su relación en matrimonio hace dos décadas.
En su aniversario número 20, la pareja renovó sus votos matrimoniales, para refrescar el compromiso que cada vez es más sólido. Además, aprovecharon la ocasión para reencontrarse con familiares y amigos, en una celebración llena de fantasía, magia y esplendor.
El evento se celebró en el Restaurant El Girasol del Hotel El Paseo en Maracaibo, Zulia, Venezuela. Doña Bernarda Molina, viuda de Ramírez, madre de la novia y anfitriona del evento eligió tan romántico lugar para festejar los 20 años de casados de Melbin José y Ramineth Joselin. Esto, en unión a sus hijos Reynier Israel y Cindy Carolina, sus nietos Israel, María Gabriela, Gilbert y José Miguel, familiares, amigos y algunas autoridades representativas de la región zuliana.
Bodas de Porcelana de Melbin y Ramineth
La celebración del amor de Melbin y Ramineth, fue una fantasía de la realeza que envolvió a los novios. Ramineth entró al salón acompañada de su tío Gustavo Molina, escoltada por soldados y entonando El Aleluya.
Su voz resonó acompañada por la música de trompetas interpretada por una orquesta dirigida por Freddy Roca Mármol. A su paso los presentes aplaudieron entusiasmados con tan conmovedora entrada.
Frente al altar, Ramineth se reencontró con Melbin y comenzó la ceremonia auspiciada por los pastores Regino Leal y Elizabet de Leal. Con emotivas palabras los novios recordaron las promesas de amor, devoción, respeto y lealtad que los unió hace 20 años. Luego, la pareja levantó sus copas y todos en el recinto brindaron por una vida plena de felicidad para los esposos.
Ramineth lució un vestido confeccionado exclusivamente para ella por el reconocido diseñador colombiano Rafael Ballestas Sandoval. El traje estuvo inspirado en la realeza, con toques perlados, plateados y naturales. Carlos Parra fue el estilista elegido para maquillar y peinar a la novia, su trabajo artístico resaltó la calidez y sencillez de la personalidad de la novia.
María Alejandra Bolaño Romero recreó en el Restaurant El Girasol un espacio alusivo a la estación florida, con destellos de luz y naturaleza aumentada. El escenario ideal para que los novios, familiares e invitados pudieran disfrutar de una cálida e íntima velada.
El menú de la cena estuvo integrado por platos típicos venezolanos, con vinos y cócteles. La amenización estuvo a cargo de las agrupaciones Una Nota Musical y la Contra Vallenata.
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