“¿Abuelo, qué comías vos cuando eras chiquito?”. La pregunta sale de una boca embadurnada de la nutella que, segundos antes, estaba dentro de una suculenta dona. Nada como las meriendas zulianas de antaño, piensa el hombre.
La inocencia infantil observa al abuelo y sigue saboreando la oscura, pastosa y azucarada crema que destila a borbollones. “Ay mijo, si supieras” y la memoria se transporta 50 o más años atrás para traer al presente esos manjares del recuerdo.
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Antes, mucho antes de que el brownie y el pie cruzaran el Puente sobre el Lago, otros postres conformaban el menú de opciones para las meriendas en Maracaibo. Tal vez menos sofisticadas, pero igual de sabrosas para el paladar infantil.
Así eran las meriendas zulianas de antaño
Galletas de huevo
Aunque aún se pueden comprar en algunas panaderías y supermercados, las galletas de huevo eran la merienda favorita de los niños. Su nombre proviene, más que de algún ingrediente, de su color amarillo, y es uno de los bocados dulces más populares del Zulia ¿Quién no las recuerda? Llegar al abasto, pararse de puntillas frente al mostrador y pedir a gritos: “Señor, me vende dos galletas de huevo y una malta”.
Paledonias
Su color moreno se lo debe a la panela. El secreto del sabor y la consistencia esponjosa está en mezclar la masa con mucho vigor, para que los sabores fluyan en su máxima expresión y se enriquezcan con un toque de vainilla y clavito. Estas galletas tienen una peculiaridad: dejaron de ser redondas como acostumbramos verlas y se presentan en porciones cuadradas.
Besitos de coco
Una mezcla de la ralladura de pulpa de coco, mezclado con leche condensada, vainilla, clavos de olor y sal, dan vida a otro de los más reconocidos manjares populares de la región. Para cocinarlos, se prepara un molde en el que se vierten porciones y se les extiende en forma circular o también puede llenarse completamente y cortarlo en cuadros una vez horneado.
Mantecadas o polvorosas
Su nombre se lo deben a la gran cantidad de manteca utilizada para su preparación, tanto para la mezcla como para el molde en el que se hornean. Lo más versátil de estas galletas es su preparación, pues no requiere de una gran inversión de tiempo. Es uno de los postres preferidos para ofrecer a aquellos que visitan una casa o para acompañar con el desayuno o la merienda.
Pasticas bandera
Llamadas de esta manera por la mezcla de colores: una franja amarilla y la otra roja, es otra portadora de los recuerdos infantiles, ensopados en refresco de cola. Su consumo es altamente popular y conseguirla hoy día significa darse una vuelta por el centro de Maracaibo o tal vez acercarse a alguna de las pocas pero antiguas bodegas populares.
Quesito americano
De procedencia italiana, es la golosina de la infancia de hace más de 50 años. Aún se recuerda al vendedor entrando a la cuadra con un largo trozo de madera acuesta y gritar “el quesito americaaanuuuuu”. En el palo llevaba incrustadas unas especies de chupetas blancas, envueltas en papel bond de colores. La gracia de este dulce, terriblemente duro, era chupar el caramelo hasta disolverlo.
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