En un país donde la espiritualidad muchas veces se presenta como un muro para las personas LGBTQ+, Afirmación Venezuela se percibe como un puente: un espacio seguro que abraza tanto la fe como la diversidad.
Desde su fundación en 2021, la organización ha ofrecido consuelo, formación y acompañamiento a personas queer de origen mormón, muchas de ellas heridas por el rechazo de sus iglesias y familias. Hoy, se ha consolidado como una red de apoyo nacional e internacional, comprometida con la inclusión espiritual, emocional y social.
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Origen marcado por la pérdida y la esperanza
El punto de partida fue tan íntimo como trascendental. En plena pandemia, Marcial Fuenmayor, docente universitario y activista marabino, enfrentaba la muerte de su hermano menor por covid-19.
En medio del duelo, recibió un mensaje desde Brasil que cambiaría el rumbo de su vida: una invitación para fundar el capítulo venezolano de Afirmación, una organización internacional con más de 40 años de historia acompañando a personas LGBTQ+ mormonas excluidas por sus congregaciones.
“Sentí que me estaban dando una nueva misión. Ya no para predicar desde un púlpito, sino para sanar desde el amor”, recuerda Fuenmayor.
Con su pareja de entonces y un amigo, comenzaron las primeras reuniones por videollamada. Luego vendrían los encuentros presenciales, los círculos de sanación, las alianzas institucionales y una presencia pública cada vez más firme.
Entre el activismo y la espiritualidad
Afirmación Venezuela no es una iglesia. Pero sí es un espacio donde se puede orar sin miedo, hablar sin censura y vivir sin culpa. Bajo el lema de reconciliar fe y orientación sexual, sus miembros trabajan temas como inteligencia emocional, salud mental, autoestima y espiritualidad inclusiva.
“Nos llegaban personas con las heridas abiertas. El daño que hacen el rechazo religioso y familiar es profundo. Pero aquí les recordamos que no están rotos. Que Dios no se equivoca con nadie”, afirma Fuenmayor.
La organización ha desarrollado actividades formativas con organizaciones como Fe y Alegría, ha participado en conferencias nacionales, y ha ofrecido atención gratuita en salud emocional con profesionales voluntarios.
Uno de sus hitos más significativos fue ver a su fundador, ondeando la bandera LGBTQ+ ante el cabildo municipal de Maracaibo: el primer orador de orden abiertamente homosexual en esa instancia.
Nuevos liderazgos, misma misión
Desde su fundación por el publicista y docente universitario Marcial Fuenmayor, Afirmación Venezuela ha transitado una ruta de crecimiento sostenido y renovación constante. Tras su gestión como presidente fundador, el liderazgo fue asumido por el ingeniero Carlos de Freitas, quien fortaleció el proceso organizativo e impulsó el trabajo en red con capítulos internacionales.
Actualmente, la presidencia está en manos del periodista Carlos Luzardo, activista comprometido con la comunicación inclusiva y la expansión del capítulo venezolano.
La transición ha permitido que nuevas voces se sumen a la causa, sin romper el hilo conductor: acompañar con dignidad, fe y coraje.
Afirmación Venezuela: Una red que cruza fronteras
Afirmación Venezuela forma parte de una organización internacional con capítulos en Estados Unidos, México, Perú, Brasil, Canadá y otros países. Esta red permite compartir recursos, estrategias y acompañamiento, en especial para quienes han sido excomulgados o excluidos por su identidad de género u orientación sexual.
En Venezuela, las barreras legales para registrar formalmente organizaciones de diversidad siguen siendo un reto. Pero eso no ha detenido su trabajo.
El futuro está del lado del amor
Afirmación Venezuela no busca cambiar la doctrina de ninguna iglesia. Pero sí transforma vidas. Lo hace cada vez que alguien vuelve a mirarse con ternura, cada vez que un joven deja de sentir vergüenza por amar, cada vez que una persona entiende que su fe no debe pelearse con su verdad.
“Nosotros no sacamos a nadie del clóset ni de la iglesia”, dice Marcial. “Solo abrimos la puerta para que entren en paz consigo mismos.”
Y en ese acto de fe simple y valiente, Afirmación sigue creciendo. Sin templos. Pero con altar en cada historia sanada.
Por: Bryan Granado
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