Casi 200 personas fallecieron y varias decenas de otras resultaron heridas durante unos violentos disturbios tras un partido de fútbol en Indonesia.
Esta ya se considera como la segunda mayor tragedia de la historia del fútbol mundial.
Tragedia en el fútbol: Casi 200 muertos en Indonesia tras enfrentamientos entre aficionados y fuerzas de seguridad
Los hechos ocurrieron la noche del sábado, cuando miles de aficionados del club Arema irrumpieron en el campo tras la derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental.
Estos hechos provocaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que han dejado hasta el momento 174 fallecidos.
La rabiosa multitud embistió contra los policías y destrozaron diversas infraestructuras del centro deportivo.
Igualmente destruyeron como una quincena de vehículos, en un brote de violencia que fue calificado este domingo como «anárquico» por el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta.
Los agentes seguridad respondieron con gas lacrimógeno en un intento de frenar los ataques, lo que provocó el pánico entre los aficionados y desembocó en una estampida.
«Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno», señaló Afinta en una rueda de prensa.
Así, la mayoría de las víctimas sucumbió por asfixia, traumas o pisotones, según indicaron fuentes hospitalarias.
Esos enfrentamientos entre hinchas y policías han dejado además casi doscientos heridos, que han sido ingresados en diferentes hospitales de la región con distintos niveles de gravedad.
Es por ello las autoridades no descartan que el número de muertos pueda aumentar en las próximas horas.
Tragedia en el fútbol: Autoridades prometen una investigación rigurosa
Varios supervivientes y testigos de la espiral de violencia han denunciado la brutalidad de la policía.
La fuerza policial, además de disparar bombas de gas, también utilizó porras y proporcionó «golpes y patadas» contra los hinchas, según los relatos recopilados por los medios locales.
Tras la catástrofe, la Liga indonesia fue suspendida temporalmente.
Un equipo de la Policía Nacional se desplazó al lugar de los sucesos para «investigar extensamente» los hechos, según anunció el presidente de Indonesia, Joko Widodo, en un discurso televisado.
«Lamento esta tragedia y espero que esta sea la última tragedia del fútbol en el país. No dejéis que otra tragedia humana como esta suceda en el futuro. Debemos mantener unido el espíritu deportivo, la humanidad y el sentido de hermandad de la nación indonesia», afirmó el mandatario.
Entre los puntos claves de la investigación figuran el uso de gas lacrimógeno por la Policía, cuyo uso está prohibido por la FIFA en el interior de estadios debido a su potencial peligro.
Además, se investiga la presunta venta de unas 4.000 entradas más allá del aforo permitido en el recinto deportivo.
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