Maestros zulianos realizan protesta en Inspectoría de Trabajo: denuncian deserción estudiantil del 50 por ciento y precariedad en este año escolar

La concentración se realizó en la Inspectoría de Trabajo, ubicada en la avenida 5 de Julio, donde más de 50 docentes alzaron sus voces para exigir salarios dignos

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En una multitudinaria protesta los maestros zulianos volvieron de nuevo a las calles este jueves 5 de octubre para protestar ante la falta de respuesta salarial que lleva nueve meses causando precariedad, tristeza y deserción de educadores en los planteles públicos a nivel nacional.

La concentración se realizó en la Inspectoría de Trabajo, ubicada en la avenida 5 de Julio, donde más de 50 sindicalistas, docentes y obreros alzaron sus voces para ser atendidos sobre un reclamo que lleva desde el pasado febrero sin alguna novedad.

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A solo tres días de haber comenzado el periodo escolar 2023-2024, el magisterio zuliano aseguró que iniciaron las clases con una disminución de la matrícula estudiantil del 50 % debido a que los alumnos no tienen uniformes, alimentos o útiles para asistir al colegio.

maestros zulianos protesta
Con pancartas en mano los docentes exigieron un aumento salarial y el cumplimiento del artículo 91 de la Constitución. Fotos: El Vigilante.

Lo que debió ser una fecha de festividad al celebrarse este jueves 5 el Día del Docente, se convirtió en un día de decepción y desanimo al recordar la falta de calidad de vida que enfrentan los educadores al no tener un salario suficiente que les permita vivir dignamente.

Además, otro de los problemas que agravan la situación estudiantil son las condiciones de las escuelas públicas, cuyos espacios no cuentan con salas sanitarias, pupitres, ni un comedor habilitado para que los niños desayunen.

Maestros zulianos observaron deserción estudiantil del 50 por ciento

Ante la crisis que atraviesan las escuelas públicas, la presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Marlene Hernández indicó que, aunque los maestros asistieron a las aulas para impartir las clases, no hubo suficiente matrícula estudiantil para atender.

 “Se inició un nuevo año académico y observamos ausentismo, caras largas, decepción y bolsillos vacíos. El maestro asistió, pero todos ellos reflejando en el rostro la tristeza de observar la realidad que para nada mejoró en las escuelas”, aseguró Hernández a El Vigilante.

También aseguró que no descansarán la lucha hasta obtener respuestas del patrono (Gobierno nacional) sobre el aumento salarial, firma del contrato colectivo y reivindicación de sus derechos laborales.

Asimismo, el presidente del Sindicato Unitario de Magisterio del estado Zulia (SUMA-Zulia), Gualberto Mas y Rubí coincidió en las cifras que disminuyeron en este regreso a clases debido a que los representantes prefirieron no mandar a sus hijos “hasta que no se les garantice alimentación y calidad estudiantil”.

“El 2 de octubre hubo dos escenarios en Venezuela, el primero fue la fiesta en las escuelas privadas por estar abarrotadas de estudiantes tras el regreso a clases y la segunda, la cara de tristeza de los maestros al llegar a los salones y no ver estudiantes”, expresó Mas y Rubí.

Docentes ejercen otros trabajos para cubrir gastos

Con un salario que no supera los 12 dólares mensuales, los maestros zulianos están en la obligación de buscar otros trabajos como manicuristas, comerciantes, peluqueros, entre otros, para cubrir sus gastos diarios.

Así es el caso de Ingrid Osorio, maestra de la E.B.E. Simón Bolívar, ubicada en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo, quien trabaja de doméstica en la casa de su sobrina para ganar un dinero extra al de su salario.

“A mí por día me pagan cinco dólares por limpiar la casa y como docente gano 7 dólares mensuales”, detalló a El Vigilante.

Vender hielo, ponquesitos y refrescos es otros de los oficios que recurren los educadores, como Ana Nava, quien es directiva de la Federación Venezolana de Maestros y acude a este trabajo para sobrevivir económicamente.

Además, Rosa Araque, maestra de la U. E. Adela Lozano, fundó una “escuelita” de tareas dirigidas en su casa y así se gana tres dólares por niño que “ayudan a paliar la situación del docente”.

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