Los estados Zulia, Mérida y Nueva Esparta son solo algunos que enfrentan severas dificultades con el suministro eléctrico, con cortes de luz que llegan a durar hasta 14,9 horas diarias en promedio general, según un reciente informe de Cedice Libertad.
Este estudio destaca la vulnerabilidad y el deterioro del sistema eléctrico en estos estados, afectando gravemente la vida cotidiana de sus habitantes.
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En ese sentido, revela que la crisis eléctrica en Venezuela requiere una inversión de al menos 21 mil millones de dólares para optimizar el servicio. Además, el informe señala que el 72 por ciento de la población considera que el sistema eléctrico es inestable y no satisface sus necesidades.
La situación es particularmente crítica en Nueva Esparta, donde la explosión, ocurrida el pasado 11 de noviembre, en el Complejo Gasífero Muscar ha provocado cortes de luz prolongados, afectando tanto a la vida diaria como a la economía local.
En Mérida, Zulia, Falcón, Barinas, Lara y Trujillo los habitantes también sufren constantes cortes de luz, lo que ha llevado a un aumento en los gastos adicionales para cubrir las deficiencias en materia eléctrica.
“Entre 20 y 30 dólares por mes ronda el promedio de pagos adicionales que ejecutan los venezolanos para cubrir las deficiencias en materia eléctrica. La inversión en compras, mantenimiento y alquiler de plantas eléctricas, así como de insumos y linternas improvisadas es cuantioso”, indica el documento.
Cedice Libertad: ciudadanos también padecen por el servicio de agua potable
El informe de Cedice Libertad de octubre de 2024 destaca la grave situación del suministro de agua potable en Venezuela. Según el Observatorio de Gasto Público (OGP), el servicio de agua potable presenta las mayores fallas en todo el país.
La calidad del agua es motivo de preocupación, ya que muchas localidades, al menos el 85 por ciento de los participantes de la encuesta, reportan que el agua no cumple con los estándares mínimos de salud, recibiendo el servicio con mal olor y con suciedad, peor que en meses anteriores. Dicha situación provoca el incremento de enfermedades estomacales entre los ciudadanos.
Muchos residentes han tenido que recurrir a soluciones improvisadas, como comprar agua embotellada o instalar sistemas de almacenamiento de agua, lo que genera un gasto adicional significativo.
Asimismo, más del 70 por ciento de los entrevistados destacaron que el agua que llega a sus casas a través de las tuberías tiene sedimentos, olores extraños y, en ocasiones, mal sabor.
Los estados que presentaron mayores problemas con el vital líquido en sus hogares son Nueva Esparta, Anzoátegui, Falcón, Aragua y Lara.
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