Sonia O’Neill: La hermosa jugadora de la Vinotinto que prefirió jugar en la selección venezolana por encima de Canadá e Italia

La futbolista nació en Toronto, Canadá y su madre es venezolana-italiana y su padre es canadiense-irlandés, pero desde pequeña se identifica con Venezuela

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La futbolista Sonia O’Neill debutó con la selección de Venezuela en 2019 y desde entonces, todas las miradas están puestas en la mediocampista, no solo por su gran talento, sino por su belleza.

Sin embargo, hay algo poco conocido y curioso con respecto a la jugadora nacida en Canadá, de padre irlandés y madre venezolana-italiana, y es que, la joven de 27 años prefirió jugar con la Vinotinto por encima de su natal Canadá e Italia.

Sonia O’Neill: La hermosa jugadora que prefirió a la Vinotinto

La deportista pudo elegir entre las selecciones de Canadá, Irlanda o Italia, pero O’Neill se decantó por representar al tricolor venezolano en noviembre de 2019 cuando Pamela Conti, la entrenadora de la Vinotinto la llamó para formar parte de la oncena venezolana.

“Ser llamada por Pamela Conti fue un honor y un gran sentimiento. Ese módulo me hizo recordar por qué comencé el fútbol; ​​me enamoró nuevamente del juego. A veces, cuando tu pasión se convierte en tu trabajo, la pierdes; pero Venezuela me la trajo de vuelta y estoy más motivada que nunca”, manifestó O’Neill en el 2020 a El Diario.

Sonia debutó con la selección femenina de Venezuela en noviembre del 2019 y desde entonces, es una pieza infaltable en el plantel, junto con Deyna Castellanos, Oriana Altuve y demás figuras.

¿Por qué Sonia O’Neill prefirió a la Vinotinto?

Nacida en Toronto, Canadá, el 19 de agosto de 1994, su madre es venezolana con nacionalidad italiana. Su padre canadiense con orígenes irlandeses, por lo que pudo jugar en otras selecciones además de la venezolana.

La jugadora formó parte de un programa nacional con el equipo Ontario, lo que podía llevar a la selección de Canadá, sin embargo, no se sentía “a gusto en el entorno” que se desenvolvía.

“Recuerdo haberle dicho a mi papá que no quería ir a esas prácticas. Desde que era joven y hasta el día de hoy siempre dije que nunca jugaría para Canadá, así que realmente no había pensado a nivel de selección nacional. Estaba más enfocada en los clubes europeos y en ascender cada año”, explicó en la misma entrevista.

Sin embargo, O’Neill siempre se mostraba entusiasmada con respecto a Venezuela, por lo que representarla en el campo “la motivó” y fue por ello que cuando Conti la contactó vía WhatsApp para participar con la Vinotinto en un módulo de preparación entre el 4 y el 11 de noviembre en Roma, Italia, contó que llamó a sus padres y sintió una “emoción inexplicable”.

En ese mismo módulo se encontró con un grupo de jugadoras venezolanas. “Las chicas me hicieron sentir como si estuviera en casa y de dónde pertenecía. Solo las conocí durante una semana, pero las extraño. Son un grupo increíble de chicas, con gran espíritu y energía. No podría estar más feliz con mi experiencia con ellas”.

En eso precisa: “Siempre le pregunté a mi madre si podíamos vivir en Venezuela. Esta oportunidad de jugar y representar a la Vinotinto llenó esa parte de mí que me falta desde que era niña. Mis primos de Venezuela siempre han dicho que tengo una personalidad venezolana y no entendí a lo que se referían hasta que conocí a todas las chicas del equipo nacional”.

Carrera profesional de Sonia O’Neill antes de llegar a la Vinotinto

Desde los tres años, la mediocentro de la selección se interesó en el deporte. Recibió formación futbolística en el North York Hearts Azzurri y en la Master’s Futbol Academy, en Ontario. En mayo de 2017 se mudó a Suecia para jugar con el Husqvarna de la segunda división.

Por problemas de visado​ con el Husqvarna, solo pudo jugar dos meses y regresó a Canadá para tramitar la ciudadanía italiana y evitar inconvenientes similares en el futuro.

En febrero de 2018 se trasladó a Italia para jugar con la Roma de la Serie B y en la próxima temporada se marcharía cedida al Pink Bari de la Serie A. Luego, en agosto de 2019, se fue a Croacia contratada por el ŽNK Split de primera división.

En el club croata logró debutar en la fase de clasificación de la UEFA Champions League Femenina de 2019-20, donde jugó tres partidos y marcó dos goles en 134 minutos.

Posteriormente se marchó a Francia, fichada por el Fleury 91 de la Division 1 Féminine. ​ A principios de 2020, O’Neill emigró a Escocia para jugar con el Rangers, pero dejó el club en junio de 2021 para volver al ŽNK Split de la 1. HNLŽ de Croacia el 9 de septiembre, club al cual pertenece todavía.

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