Nayib Bukele inició un nuevo episodio en su segundo mandato presidencial consecutivo en El Salvador. Tras ser juramentado, Bukele se dirigió a los ciudadanos desde el balcón del Palacio Nacional. a que el país “ya se curó de las pandillas” y que ahora “hay que arreglar la economía”.
Vestido con traje de cuello y puños dorados, juró a mano alzada y recibió la banda presidencial de parte del jefe parlamentario Ernesto Castro, ante dignatarios internacionales en el Palacio Nacional, en el centro histórico de San Salvador.
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Su estrategia de mano dura combinada con programas sociales ha logrado reducir significativamente la violencia y mejorar la seguridad en muchas comunidades.
“¡Bukele, Bukele!”, gritaron, entre disparos de salva, miles de simpatizantes que colmaban la plaza frente al palacio, bajo un intenso sol. Poco después comenzó un desfile militar, con aviones que dejaban una estela azul y blanco, colores de la bandera salvadoreña, reseñó El Clarín.
Este publicista de 42 años, reelegido en los comicios del 4 de febrero con un aplastante 85% de los votos; gobernará por otros cinco años con un control casi total del Congreso y del resto de instituciones del Estado.
Nayib Bukele apunta a mejorar la economía de El Salvador
A pesar de los logros en la reducción de la violencia, Bukele reconoce que el verdadero desafío que enfrenta su país ahora es revitalizar la economía salvadoreña.
Con altos niveles de pobreza, desigualdad y falta de oportunidades de empleo, la economía de El Salvador sigue siendo frágil y vulnerable. Bukele ha prometido implementar reformas económicas y atraer inversión extranjera para impulsar el crecimiento y crear empleos para la población.
“Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, dijo Bukele ante cientos de personas.
El presidente Bukele ha ganado popularidad entre muchos salvadoreños por su estilo directo y su enfoque pragmático para abordar los problemas del país.
En definitiva, Nayib Bukele enfrenta el desafío de transformar no solo la seguridad, sino también la economía de El Salvador.
Su capacidad para equilibrar la estabilidad y el progreso económico con el respeto a los derechos humanos y la democracia será crucial para el futuro del país.
Con un enfoque decidido en mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, Bukele se enfrenta a la tarea de sanar las heridas del pasado y construir un futuro más próspero y equitativo para todos los habitantes de El Salvador.
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